transmitiendo fortaleza
El caballo transmite su calor corporal, su ritmo cardíaco y su marcha, a través del cinturón pélvico del niño, pasando por espalda y llegando a su cabeza.
Esto nos ayuda a que los niños fortalezcan y rehabiliten todos los músculos del cuerpo mejorando de esta manera su movilidad y equilibrio adicional a esto permite que el niño encuentre un manejo adecuado de sus emociones, por ende su comunicación verbal y no verbal mejoraran notablemente.

